
N o v e n o D í a
Oh Glorioso San Onofre, que tenéis gran valimento ante Dios, como lo indican claramente los repetidos y grandes milagros que Él hace por vuestra mediación: usad, pues de este soberano don, en favor de los necesitados que imploran vuestra protección, y singularmente, alcanzadnos una fe firme y vigorosa.
Rogad, así mismo, por la exaltación de la Santa Iglesia; felicidad del Vicario de Cristo, nuestro Santísimo Padre El Papa; por la paz y concordia entre los pueblos Cristianos; extirpación de las herejías, vicios y pecados; iluminación de los gentiles y acierto en todos los que nos gobiernan; aquella gracia que más necesito, y que os he pedido en esta novena, que ofrezco a gloria de Dios, honor tuyo y provecho de mi alma; a fin de que, aprovechando bien los días de mi corta vida merezca ver cuan hermosa es vuestra corona, entre los muchos cortesanos de la gloria.
Amén.